A.N.E.P.A. se prepara para el combate a incendios forestales  

ANEPA es la Asociación Nacional de Empresas Privadas Aeroagrícolas, que en el Uruguay nuclea a 32 empresas aeroagrícolas -el 96% de este tipo de empresas del país, sumando un total de 116 aviones aeroagrícolas específicos. 

Desde hace varios años esta trabajando en el estudio y análisis del combate de incendios forestales con aeronaves agrícolas, habiendo enviado tres pilotos a hacer cursos al exterior del país, en dos oportunidades.

En agosto de 2004, y en el marco del Congreso Mercosur de Aviación Agrícola, ANEPA organizó en forma conjunta con la Dirección Nacional de Bomberos y el Comité de Emergencia Nacional del Uruguay, el Primer Curso de Combate de Incendios Forestales en el país, con técnicos e instructores nacionales e internacionales -llegados de Chile y Canadá, países líderes en esta práctica- dirigidos por el prestigioso Comandante Raúl Ramírez, piloto civil chileno de vasta experiencia en el combate de incendios.
A este curso asistieron 17 pilotos uruguayos, 14 oficiales de la Dirección Nacional de Bomberos de Uruguay y 2 representantes de la Dirección General de Aviación Civil, a los que se sumaron 5 pilotos de Brasil, 4 de Bolivia y 3 de Argentina.

ANEPA, con el fin de dar la mayor seguridad a esta nueva actividad en el país, impuso como requisito indispensable que los pilotos debían tener más de 1000 horas de vuelo, y vasta y reconocida experiencia aeroagrícola, de forma que esa experiencia garantizara el trabajo.

Durante cuatro días de muy intensa actividad, se realizaron las clases teóricas y prácticas donde pilotos y bomberos se entrenaron a fin de hablar un mismo idioma, formando un sistema de trabajo conjunto para combatir el fuego con aeronaves agrícolas.

 

 

Enero de 2005: el gran incendio de Rocha

A mediados de enero de 2005 un importante incendio forestal en una zona balnearia del Departamento de Rocha, devastó un área muy grande y algunas casas. Esto, sumado a la gran sequía que sufría el Uruguay desde fines del 2004, alertó sobre el peligro de incendios de bosques en todo el país.

En forma organizada entre ANEPA, la Dirección Nacional de Bomberos y el Comité de Emergencia Nacional de Uruguay, se comenzaron conversaciones a fin de anticipar la coordinación del uso de las aeronaves agrícolas. 

Pero aún antes de finalizar las reuniones, el 24 de enero de 2005, al promediar las 13 horas local, comenzó un gran incendio, también en un área balnearia de densa forestación y muy próxima al pueblo de pescadores en Punta del Diablo en el Departamento de Rocha. El rápido avance del fuego puso en peligro el pueblo en el que la mayoría de las viviendas son de madera, encontrándose también muy cerca el Parque Nacional de Santa Teresa. Entre los dos lugares había más de 8.000 personas acampadas.

A las 14 horas de ese día 4 helicópteros de la Fuerza Aérea Uruguaya despegaron hacia el lugar, apoyados por una aeronave de ala fija CASA C-212 Aviocar con equipamiento logístico. Rápidamente se sumaron otros dos helicópteros de la Armada Uruguaya, y junto al Cuerpo de Bomberos comenzaron la batalla contra el fuego.

   En las costas de Rocha, se desata un gran incendio

 


La convocatoria a los Aeroagrícolas

El excelentísimo Señor Presidente de la República Oriental del Uruguay Dr. Jorge Batlle, preocupado por lo que ya había ocurrido pocos días antes en esa zona, y ante la cantidad de turistas en peligro, dio orden expresa de "utilizar todo lo que hubiera al alcance y no escatimar esfuerzos". Conocedor de la actividad previa que ANEPA había desarrollado, ordenó al Comité de Emergencia Nacional que se los alertara, por lo que a las 15 horas local comenzaron los llamados, y los pilotos quedaron alerta esperando la orden de salida.

En forma inmediata ANEPA convocó a los pilotos y empresarios que habían realizado el Curso de Combate de Incendios. Es importante destacar que todo ese personal estaba abocado al trabajo, en plena zafra de aeroaplicaciones en cultivos de arroz, con trabajos ya previstos para esa tarde y los días siguientes.

Rápidamente las distintas empresas rearmaron sus planes de actividad, y prepararon aeronaves, pilotos, personal de apoyo, camiones y camionetas, y se alertó a los empresarios agrícolas de la zona del incendio para que preparasen sus bases de operaciones a fin de recibirlos y apoyar la operativa.

A las 04:50 del día 25 de enero de 2005 el fuego había entrado al Parque Nacional de Santa Teresa.

Entonces el Comité de Emergencia, por orden del Presidente de la República citó oficialmente a la aviación agrícola.

De inmediato comenzaron las carreras, con el desplazamiento de todos: apoyos terrestres, personal y equipos, a la cancha...

Mucho antes de que comenzara a aclarar el día comenzó el traslado de las aeronaves. Incluso algunos pilotos debieron terminar algunos trabajos de aeroaplicaciones antes de poner rumbo al incendio.

La Aeronave de Control fue la primera en llegar al lugar del incendio, con el fin de planificar la actividad y recibir el primer "briefing" con el Comando de Fuerza Aérea, la Dirección Nacional de Bomberos, y el Comité de Emergencia Nacional.

Tras la Aeronave de Control CX-ARJ se cierne el incendio

 

 

El centro de Comando

La Ruta 9 entre el Parque Nacional de Santa Teresa y el Balneario La Coronilla está preparada como pista de alternativa, y con su utilización se facilitó mucho la organización. En la cabecera oeste se había instalado el Comando de Fuerza Aérea con 7 helicópteros, con un importante equipo de apoyo terrestre y logístico. Para ese entonces comenzaba también un puente aéreo con aviones desde Montevideo al incendio, transportando personal, equipos, víveres, autoridades y prensa.

Un helicóptero con personal médico se preparó para atender cualquier emergencia -ni Dios permita! 

No había sonrisas. Se palpaba la preocupación, y también ya se veía 
el cansancio en la cara de muchos de los que allí estaban. 

La gran mayoría no había dormido la noche anterior.  

En la cabecera Oeste de la pista auxiliar sobre la Ruta 9, se instaló el puesto de Comando de la FAU

 


Los Aeroagrícolas se preparan

Mientras tanto los aviones agrícolas se juntaban en la Estancia Ana Paula en Lascano, a unos 20 minutos del incendio, a fin de hacer el primer "briefing" interno, y planificar toda la operación y coordinación con los equipos terrestres. La mayoría de estos hombres tampoco había dormido, la tensión era muy grande esa noche.

El Presidente de ANEPA, el Comandante Lionel Rossi (AG 1) quedaba a cargo de las aeronaves agrícolas, y el viejo Comandante Juan Purrete Acuña quedaba al frente del "Comando Agrícola", y de toda la logística y operaciones.

Para el combate al fuego, los aviones y sus tripulantes serían los siguientes:

 

matrícula 

avión

capacidad en litros

comandante

indicativo
 CX-BUD Air Tractor AT 402 1600 Lionel Rossi AG 1
 CX-BSO Cessna Agtruk C.188 800 Gustavo Matiaude AG 2
 CX-BQR Grumman AG Cat 600 900 Juan Chalkling / César Fernández AG 3
 CX-BQP Grumman AG Cat 450 800 Daniel Bueno AG 4
 CX-BQO Grumman AG Cat 450 800 Claudio Berriel AG 5
 CX-ARJ Cessna C.182 Aeronave de Control Néstor Santos AC

Al borde de la pista de Ruta 9, los  Aeroagrícolas se preparan

 

La Aviación Agrícola al combate

-En qué lío estamos metidos, el incendio es impresionante -fue el primer comentario que se escuchó. Estaban evacuando el Parque desde la madrugada.

Los pronósticos de viento indicaban que sería fuerte y muy fuerte sobre el medio día, repitiéndose para los tres tres siguientes. Esto empeoraba la situación. El fuego caminaba hacia Brasil, y ponía en peligro el Balneario La Coronilla.

Se organizó un campamento de recarga de agua en la mitad de la pista de operaciones en la carretera, y comenzó el combate. Se aterrizaba, se recargaba al medio, y se despegaba desde allí mismo optimizando al máximo los tiempos.

La experiencia e increíble rapidez en las recargas de los profesionales aeroagrícolas al servicio de la lucha contra el fuego

El personal de apoyo en tierra merece un reconocimiento especial. Trabajaron y pelearon como locos. Podemos decir que volaban entre los aviones en marcha. Eran un equipo impresionante. Muchos ya se habían conocido de antes dado que pertenecían a distintas empresas competidoras entre si, otros se conocieron en el Curso de Incendios y los menos allí mismo, en la cancha... Qué equipo!!  De primera !!

Camiones cisterna con remolque acarreaban el agua, y se sumaron otros 4 camiones de las empresas aeroagrícolas de la zona que aportaron combustible, mientras llegaban los demás equipos. Y comenzaron a acarrear agua dado que las cisternas no daban abasto. El operativo en tierra, no me canso de destacarlo, era impresionante. 

 

 

Lucha, descanso forzoso y vuelta a la lucha

Antes del medio día los AG llevaban contra las cuerdas a los que acarreaban el agua, pero llegó la orden de parar. Ya no se podía hacer nada sino esperar, reorganizarse y estar listos para empezar de nuevo. El viento superaba los 40 nudos de costado. Aterrizaje en pista de asfalto... árboles del lado del viento... uno despegando... dos o tres cargando... y uno o dos en final. Pero la barra seguía firme y no quería parar. Los Bomberos los hicieron entender que a esa hora y con ese viento no había más remedio que esperar.

Para ese entonces se habían apagado varios focos en la cola del incendio y se habían salvado varias casas (sucesivos disparos achicaban el fuego y en tierra los bomberos lo dominaban). El sistema funcionaba, y funcionaba bien. Aparecieron recién allí algunos chistes y comentarios. Hasta ese entonces nadie hablaba, sino solo lo indispensable en las comunicaciones.

Comenzamos nuevamente en la tarde y así hasta que se hizo la noche. Vale destacar que al día siguiente el 

trabajo en equipo entre los AG y los helicópteros FAU alcanzó una coordinación tal, que se combatía por la derecha con los helicópteros -que levantaban agua del mar y de una pequeña aguada-, mientras que por la izquierda de la cabeza del fuego atacaban los AG.

El Air Tractor 402 de Lionel Rossi y un Wessex de la Fuerza Aérea Uruguaya 

 

 

La batalla por La Coronilla

Mientras tanto en tierra los equipos de la Dirección Nacional de Bomberos peleaban sin cesar en distintos frentes, vigilando particularmente las viviendas y la vida humana. En el balneario La Coronilla se preparó un corta fuego y prácticamente el pueblo entero estaba esperándolo. Por otro lado el Cnel. Montaldo, del Ejercito, coordinaba las operaciones en el lugar en representación del Comité de Emergencia Nacional. Además de preparar el cortafuegos, organizar a la población voluntaria y coordinar con los bomberos de Brasil que llegaron a ayudar, también había organizado a más de 40 chicos en bicicleta que con golpes de ramas apagaban cualquier ceniza que cruzara la barrera.

El Air Tractor CX-BUD era el avión de mayor capacidad de tolva: 1600 litros

Doce aeronaves, seis AG y seis helicópteros cruzaban el incendio de una forma tan bien sincronizada que parecían las piezas de un reloj. Desde el avión de control vimos como la cabeza del fuego cambió de color negro fuerte a blanco y se achicaba. En forma lenta y continuada se achicaba. El éxito del combate conjunto era inminente, no lo podíamos creer, ya lo teníamos dominado. En tierra le dieron el golpe de gracia, y entre todos, salvamos La Coronilla.

 

 

Las llamas rebrotan

Pero al amanecer del tercer día el fuego había resurgido. El viento rotó y comenzó a complicar las operaciones. La cabecera donde estaban los helicópteros debió ser evacuada a un campo cercano, y muchas operaciones de los helicópteros fueron prácticamente instrumentales. Para el medio día, y antes de que nos ocurriera lo mismo, los agrícolas decidimos evacuar a la base de un colega que estaba a 1500 metros de donde estábamos, nuevamente a esperar.

Un Wessex de la Marina y un UH-1H de la FAU

Antes de eso volvimos a hacer un trabajo conjunto entre helicópteros, aeroagrícolas y bomberos. El fuego quiso rebrotar y avanzar sobre lo ya quemado, nuevamente hacia La Coronilla, pero la velocidad del combate conjunto lo controló en menos de 15 minutos. Disfrutamos el triunfo. Nuevamente el fuego estaba controlado. Y el trabajo de la tarde lo achicó a la mínima expresión.

Al amanecer del cuarto día ya era nuestro. El respeto entre los comandantes AG - FAU, la coordinación aero-terrestre, entre aviones y bomberos ya era casi perfecta. Ahora sí que podíamos decir que sabíamos por experiencia lo que estábamos haciendo.

 

 

El final del combate

Y comenzó otro trabajo en equipo, la batalla final. 

Los AG al clarear el horizonte comenzaron a enfriar la zona. Los helicópteros atacaban los focos específicos. Juntos atacamos la cabeza del fuego para reducirla a la mínima expresión, y allí en otro nuevo cortafuego estaban los bomberos y personal del Ejército esperándolo. 

Lo logramos. El fuego fue completamente apagado.

Grandes extensiones de bosque fueron devoradas por las llamas, pero los esfuerzos por tierra y por aire 

impidieron que el fuego llegara a los núcleos poblados

 

 

Misión cumplida

A las 12:30 horas del 28 de enero despegamos de regreso, con la satisfacción del deber cumplido, orgullosos, todos a seguir volando en las chacras de arroz ,ya que había trabajo atrasado que había que sacar. 

Lionel con su Air Tractor, el avión más grande, voló a una base cercana, para quedar a la orden por cualquier problema, hasta que a los 15 días llegó una lluvia que alejó el peligro. Recién entonces retornó a su Base en Bella Unión, del otro lado del país.
El respeto, la unión, el trabajo en equipo, la velocidad, la coordinación, y el valor de los hombres todos, es indispensable para poder combatir un incendio forestal.

Solamente unidos y coordinados podemos salir adelante y evitar nuevas pérdidas multimillonarias. Como profesionales que somos. Se trabajó con mucho cuidado y quedó bien clara y bien marcada la experiencia de los jóvenes pilotos que trabajaron.

Los tres Grumman AG Cat 

 


Las anécdotas

Quedaron muchas anécdotas. Solamente un pinchazo en un patín de cola -que era muy previsible atento a como estaba quedando marcada de cubiertas la pista de hormigón...

La confianza y el profesionalismo había llegado a tal punto, que en un momento dado el Comando FAU avisó que llegaba nuevamente un CASA C-212. Los AG estaban atacando un foco del incendio, lo que dejaba la pista libre al bimotor. Cuando este avión estaba en final el Control FAU le solicitó a sus pilotos que tras el aterrizaje agilitara el carreteo, ya que tenía detrás cinco aviones agrícolas en fila para aterrizar. El Aviocar tocó tierra y continuó rodando hasta el final de la pista, y aún no había parqueado cuando ya estaban despegando por encima dos de los aeroagrícolas nuevamente cargados. Increíble !!

Los 5 aeroagrícolas en final perfectamente sincronizada

Cuando el Comando de la FAU nos visitó en el campamento agrícola, muchos nos preguntaron cuánta agua llevábamos tirada. No supimos contestar porque teníamos muchas cosas para hacer como para además llevar ese control. Junto al Comandante tomamos los tiempos, y comprobamos que los seis aviones estaban haciendo un despegue cada cuatro a seis minutos, lo que significaba cerca de 50.000 litros por hora.

Pero lo que más los sorprendió es que tanto en el acarreo del agua como en las operaciones de recarga y en

La importancia de los pilotos en tierra

el control de las operaciones terrestres, había siete pilotos agrícolas de vasta experiencia. Eran pilotos en tierra y con sus aviones amarrados a no más de 8 kilómetros del incendio. ¿Por qué no volaban? La respuesta fue contundente. No habían realizado el curso práctico, y no podemos arriesgar nada. Consideramos que a pesar de su gran experiencia no estaban en condiciones de trabajar en el combate de un incendio forestal. Ya tendrían su oportunidad. Además, en nuestro mundo de la aviación agrícola, todos comenzamos en el apoyo terrestre. Su experiencia aquí abajo también es muy importante, y asegura nuestras operaciones, no dejando nada al azar.

 

 

La reflexión

Debemos planificar ya la próxima temporada, ahora con algo de experiencia, 

pero también con mucho para aprender. 

Sin descuidar nada, como es nuestra forma de ser: 

con el mayor profesionalismo y máxima seguridad.


 

 


Las empresas que trabajaron:

 

empresa         avión matrícula pilotos apoyo terrestre
 

"Lionel Rossi"

Air Tractor 402 

CX-BUD

Lionel Rossi

1 camión y 

1 funcionario

 

"Charles Chalking"

AG Cat 600

CX-BQR

Juan Chalkin 

César Fernandez

1 camión, 1 camioneta 

y 3 funcionarios

 

"Servicio Aeroagrícola Vergara"

AG Cat 450

AG Cat 450

CX-BQP

CX- BQO

Daniel Bueno

Claudio Berriel

1 camión y 

2 funcionarios

 

"Progreso Aeroservicios"

Ag Truk C.188

Cessna 182

CX-BSO

CX-ARJ

Gustavo Matiaude

Néstor Santos

1 camión y 

2 funcionarios

 

"O. T. A. "

Air Tractor

CX-

Diego Romero

(aeronave de reserva)

1 camión y 

1 funcionario

 

"Aviación Agrícola Juan Acuña"

1 camión, 1 auto y 

1 funcionario

 

"Muñoz Servicios Aéreos"

2 camiones y 

5 funcionarios

 

"Abirajel - Yuri Erochenco"

1 camioneta y 

1 funcionario

 

Retiro y transporte de combustible

6 camiones y 

7 funcionarios



 

Resumen del equipo utilizado:

Aeronaves: total 7

5 aviones en Combate al incendio

1 avión como Aeronave de Control

1 avión de Combate al Incendio (aeronave de reserva)

Otras aeronaves alertadas y a la orden en un radio de 80 kilómetros: total 7

1 Avión Ipanema - La Coronilla - "Cocaro Servicios Aéreos"

1 Avión Cessna C.188 - La Coronilla - "Abirajel - Yuri Erochenco"

1 Avión Cessna C.188 - Lascano - "Progreso Aeroservicios"

2 Aviones Pawnee - Chuy - "Muñoz Servicios Aéreos"

2 Aviones Cessna C.188 - Cebollatí - "Aviación Agrícola - Juan Acuña"

Vehículos terrestres: total 17

8 Camiones para carga de las aeronaves y acarreo de agua

2 Camionetas para transporte de personal y equipos

1 Auto transporte de personal y base de control terrestre

6 Camiones para retiro y acarreo de combustible

Personal: total 34

8 Pilotos

26 Funcionarios para carga y mantenimiento 

de aeronaves, transporte de combustible 

y acarreo de agua.

 

Promedio de agua lanzada por hora: 55.000 litros
  
Total de Horas voladas: 164,8

Néstor Santos

mayo de 2005


 

fotografía: Leonardo Cortés

edición web: Pilotoviejo

 

publicado en Memorias del Tiempo de Vuelo en octubre de 2006

www.pilotoviejo.com